Texto dialogado ficticio tras el asesinato de Cuervo
Blanco y su mujer por los Tonkawa. Esto es lo que decidieron hacer
después del suceso.
- ¡Debemos ir tras ellos! - gritó exaltado Arco Certero
- Pero está muy oscuro, será casi imposible dar con estos indios - objetó Trueno de Fuego
-
Tenemos que intentarlo, se lo debemos a Cuervo Blanco y a su mujer.
Además, ese hacha podría sernos de ayuda para deshacernos de los malacosa.
-
Tengo una idea - intervino Conejo Loco - Este niño ha escuchado a los
Tonkawa cuando nadie más ha podido hacerlo - dijo señalando a Ojo de
Nube, que se encontraba lejos en brazos de su madre - él podría
guiarnos.
- Pero puede ser peligroso, es solo un niño - lo protegió su padre
Ojo de Nube se acercó sigilosamente donde estaban deliberando los hombres de la Tribu Crow, y se puso al lado de Arco Certero.
- Yo puedo ayudaros. Está oscuro y mis oídos perciben sonidos con mayor facilidad - añadió el niño
- Así podríamos llegar a ellos antes de que crucen el lago que separa nuestra tribu de la suya - le apoyó Conejo Loco
Arco Certero y Trueno de Fuego lo pensaron durante unos instantes. Finalmente, su padre añadió:
- Está bien, pero no me separaré de él.
Editado por:
Nuria Iglesias
Claudia Domínguez